jueves, diciembre 24, 2009

Deseos de Navidad...




Quiero volverme niñ@ y vivir la Navidad con emoción y sin estrés, tal vez lo consiga, tal vez ese sea mi regalo de Navidad. Ante tanta incertidumbre, la certeza de la fe es un regalo que no tiene precio, es la mejor herencia que me han dejado y que quiero dejar.


Quiero peritas de pascua, caliente de Pachama y olvidarme de abrir los regalos. Quiero hacer sentir bien a más de alguien esta Navidad. Deseo volver a la Tierra, vivir al ritmo de la naturaleza y tener paz y que eso lo podamos hacer en comunidad. Que Jesús haga saltar los corazones de quienes nos gobiernan a través de cargos políticos, de poder económico y de los medios de comunicación y que crezca, madure, se fortalezca y se haga solidario el poder de la ciudadanía.


Les deseo mucho amor para todos y todas, alegría, serenidad y fuerza para enfrentar los dolores, que Dios los bendiga siempre.


¡Feliz Navidad!

sábado, abril 04, 2009

¡ TENGO 39 !


Ya han pasado seis días desde que cumplí 39 y no me hayo. Parece como si los 39 no existieran, a mi alrededor me quieren hacer creer que el único sentido de los 39 años es anunciar que voy a cumplir 40. He llegado a pensar en responder derechamente que tengo 40 para evitar los comentarios, pero no es justo, mis 39 tienen todo el derecho a existir igual que todos mis años y a ser vividos plenamente, no me voy a dedicar a esperar cumplir 40.

Cuando tenía 29 no fue así, claro que entonces estaba embarazada por primera vez y cualquier otra cosa pasaba a segundo plano. De todas maneras independiente de la cantidad de años, me parece que exageramos con lo de la edad, saber cuántos años tiene alguien es un dato importante, preguntar la edad está al nivel de preguntar el nombre y por qué no preguntar ¿eres de l@s que saben hacer tortas? ¿cuando chic@ pensabas que el 2000 íbamos a estar conduciendo autos voladores? o ¿cuánto es tu consumo de chocolate acumulado? ... bueno esto último es difícil de responder, pero si estuvieramos acostumbrados a hacernos esa pregunta, llevaríamos la cuenta.

No pienso dejar que mis 39 no tengan el lugar que se merecen, los voy a mantener firmes hasta cuando tenga 39 años con 364 días, 23 horas, 59 minutos y 59 segundos; y en un segundo va a empezar todo el hueveo de los 40, pero mientras no llegue ese momento, mis 39 llevarán la batuta, sin importar si quiera que mi edad mental sea de 13 años.

Yo cacho que los 39 igual tienen su onda... , por ejemplo 39 es múltiplo de 3 (o al revés?), jamás serán 40 ladrones, cuando alguien dice 39 se le puede responder "el potito se te mueve", es decir, es un número dicharachero, tiene particularidades como que el 3 es la raíz cuadrada del 9, o sea, es una edad súper matemática, como el 3 también es múltiplo de 6, podemos asociarlo con el 69 y eso es bastante bueno.

Ya me fui por las chacras -con mucho respeto por las chacras-, lo digo fuerte y claro: tengo 39 años; sin odio, sin violencia: 39; atención hijos de Recabarren, con paz, fuerza y alegría: ¡39!. Por lo visto la derecha no tiene nada que aportar a mi lucha... invéntense un gritito pu!

domingo, marzo 08, 2009

El Arte de ser Humana


Algunas generaciones de mujeres crecimos entre el mandato de comportarnos como señoritas y tener los mismos derechos de los hombres, con el tiempo algunas se fueron haciendo más señoritas y otras seguimos descubriendo a qué teníamos derecho. No había día en el que al menos un detalle dejara a la vista la injusticia de género y así terminamos, al menos yo terminé, convenciéndome que también era machista y no faltaron l@s que nos echaron la culpa... “porque las mujeres educan a los hijos y bla, bla, bla... “ negocio redondo... Y así decidí vivir a la defensiva pendiente de cada acto mío y de los demás, alerta a cualquier asomo de injusticia y así también me fui poniendo barreras...

Tuve la suerte de crecer con dos hermanas, el único varón de la casa era mi papá, así que el concepto de que algunos valen más que otras no cabía en mi casa, nunca se habló del niño que no llegó, nadie nos dijo que éramos chancleta y tuvimos que hacer todas las tareas que en otras familias hacían los niños, salir con el papá a trabajar, cargar muchas cajas, empapelar paredes...

Mi mamá era y es tan “fémina”, de pies a cabeza, ni un solo pelo de ella deja de anunciar que es mujer, esa fue mi salvación... pasé años, la terrible adolescencia, creyendo que la lucha por la igualdad era eso: tratar de ser iguales, fui una extremista... de muchos amigos y pocas amigas.

No se en qué momento desperté, quizás no fue un momento, tal vez fue un proceso, comencé por darme cuenta que había conversaciones que los hombres no entendían, descubrí que tenía cómplices –las amigas- . Me di cuenta que mi mamá, que siempre me pareció buena e inteligente, no por eso dejaba de percibirse inconfundiblemente como mujer... Entonces descubrí la libertad, me di permiso para ser como quiero, me visto de rosado o de celeste, como me de la gana y a veces no me visto. La libertad no es claudicar, es nuestro derecho a ser como esencialmente somos. Para hombres y mujeres queda mucho por lograr y para conseguirlo no es necesario ponerse un disfraz.

Foto: yo según la Nayra.