Con el mismo agrado con que los viejitos dicen "pasé agosto" yo digo "pasé septiembre", ¡qué mes más agotador!, pucha que se complica celebrar a la patria.
En un mismo día una de mis hijas tuvo que ir al colegio vestida como una "típica mujer del norte" y la otra como una "típica" chilota y luego en menos de 24 horas la nortina debió convertirse en una mapuche "tipo Bafona" y la chilota en huasa. Estuve hasta las cinco de la mañana preparando esas aberraciones culturales, que me perdonen todos los pueblos por el atropello a sus tradiciones, pero yo lo hice por la patria, como la típica chilena. De un pote plástico salió un kultrun (ni siquiera se cómo se escribe) y en un acto de desesperación me convertí en orfebre y logré transformar un tarro de leche en sucedaneo de joyas de plata, para luego unas horas más tarde estar junto a los otros apoderados viendo la presentación. Pero no me quejo, a mis niñitas les encanta bailar y se veían preciosas.
Después de eso vino la volantinada de Atina Arica, donde participé con mis hijas y mi sobrina, eso ya estuvo mucho más relajado, me comí por lo menos medio Kilo de calugas. Ese mismo día, pero en la noche se hizo la fonda blog... no pude ir... me quedé dormida...
Bueno, pero como no hay primera sin segunda, en pocas horas más, para finalizar el mes de la patria mi hija mayor tiene que ir al colegio con traje de diablada y la menor, por suerte, otra vez de huasa...
Mierda, ¡VIVA CHILE!
