domingo, octubre 28, 2007

Chapare Mágico



El Chapare le da sentido a la palabra exuberancia, es un derroche de vida, las plantas se empujan para ganar espacio y seguir creciendo, se acomodan unas encima de otras, unas dentro de otras, enredadas, utilizan todos los recursos para existir, para ser más y más.

Es tanta la abundancia y sin embargo no abruma, al contrario, entrega una paz increíble, porque estando allí sientes que nunca te va a faltar comida, agua, ni aire, ni pasarás frío, es un refugio perfecto, una Zona de Seguridad en el Mundo contaminado, sobreexplotado y narcotraficado. Estando ahí siento que la cantidad de hectáreas con plantaciones de coca no son nada,son un pequeño punto, una más de todas las riquezas que ofrece este lugar. La hoja de coca deber ser el fruto perfecto que la naturaleza creo para que los humanos puedieran vivir en esta zona.

Antes había pasado por la carretera que atraviesa el Chapare, aunque no me había detenido pude percibir que era un lugar mágico, los ruidos de los pájaros, las sombras de los árboles, la gente… Por fin descubrí el Chapare o éste me descubrió a mi.

El calor es tremendo y yo llevé sólo pantalones de mezclilla, desesperada por un vestido ancho y delgado para andar más fresca, recorrí Villa Tunari, que es algo así como la capital del Chapare, fui por todos los negocios buscando un vestido, pero no pasó nada, en mi desesperación pregunté por una pollera, fue grande mi sorpresa y ahí comprendí porqué las cholas caminan tan orgullosas, como no si usan la ropa más cara de Bolivia, las de La Paz, por ejemplo, fácilmente llevan puestos miles de dólares en ropa.

En fin, tengo la impresión que no queda otra alternativa más que disfrutar la vida.

Alojamos en una cabaña en Ibuelo en medio de pájaros, lagartos, mariposas, bichitos, ranas y ¡avispas! Y obviamente, como en toda la zona en medio de la abundante vegetación, no hay forma de escapar de ella. Una de las tantas cosas que me encantaron fue cuando la señora Ema, fiel representante de la mujer chapaqueña, pequeñita y fuerte, cortó dos palmitos para nosotros, en el video se ve cuando saca uno y tengo que decir que frescos son aún más ricos.






Antes de venirnos fuimos a Chipirire, un pueblo que es puerta de entrada a la zona cocalera. Allí está el parque “La Jungla” un lugar que ofrece mucha entretención, sin alterar el medio ambiente. El parque cuenta con andamios que permiten caminar en altura y observar a los monos y pájaros en las copas de los árboles, igualmente impresionante son los diversos columpios que ofrecen para lanzarse y “volar” por la jungla, yo probé dos, pero hay muchos más hasta de 18 metros de altura, lamentablemente fuimos justo al final del viaje, sino podría haberme quedado horas probando todo.

Maravilloso el Trópico Boliviano, aunque lamentable los numerosos pequeños incendios que se veían en el camino, los agricultores realizan “quemas” para “limpiar” algunos terrenos, pero es muy común que se les escapen de las manos y se queme un área mayor.


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