martes, enero 10, 2006

Autopoiesis



A mi niña linda se le soltó un diente, está tan emocionada, se lo mueve con la lengüita y no para de reírse. ¿Por qué tiene que cambiar si está tan bonita?

¿Cuántos cambios más le esperan? dónde tengo que hipotecarme para que los reciba todos con la misma alegría.

Hipotecarse no es nada para toda la alegría que brindan las hijas.

Qué privilegio ser parte de estos momentos, ver florecer una vida nueva, tomarla de la mano, ir a su lado en el camino, pero sin atravesarse por delante.

continuará....

No pude terminar este post antes de que a mi hija se le cayera el diente, acabo de redescubrir que el Mundo no se detiene para mi y estoy muy lenta. ¡qué increíble! pasó de un momento a otro, se preocupó un poco por la sangre, pero siguió emocionada ahora con su diente en la mano y pidiendo un espejo. Se nota que está muy orgullosa.

Podría escribir un libro con este sólo hecho, con este metáfora y su tremenda moraleja. Que importante lo que me enseña mi tayna, qué manera de vivir el cambio, qué relajo, ella no ve el medio vaso lleno, a ella se le rebalsa el agua del vaso y me moja a mi y a todos a su alrededor.

1 comentario:

Canal Desierto dijo...

Que buen post Zorka, hace tiempo que no entraba por aquí, pero ahora que ya estoy de regreso en gloria y magestad al mundo del blog, aprovecho y te escribo. Y es que es muy bueno esto que dices aquí, más aun si pensamos que es un hecho tan simple, por lo menos para mí, pero tú le das tanta trascendencia a ello.

Nos vemos