
Debe ser muy fome creerse lo mejor en todo. Claro, porque si alguien piensa que es el o la más inteligente, la más bonita, la más simpática, la más taquillera, le “quita” valor a todos quienes lo rodean y se cierra oportunidades para aprender, para disfrutar lo bueno de los otros, para crecer juntos, para dar y recibir.
Pienso que eso mismo le pasa a Chile, hace rato que se nos fueron los “humos a la cabeza”. Cuando yo estaba en la enseñanza básica (uuuuuu) los profesores nos decían que la bandera chilena había sido escogida la más linda del mundo y que el himno nacional había quedado en segundo lugar después de La Marsellesa y por su puesto que la chilena era la mujer más bella... como si existiera una mujer chilena. Yo revisaba una y otra vez las banderas que aparecían en mi diccionario y siempre llegaba a la misma conclusión: la más bonita era la de Guatemala

porque, según yo, tenía un pajarito, haciendo un gran esfuerzo lograba convencerme de que la chilena estaba dentro de las 10 más lindas, pero no más que eso.
Y todo eso ¿para qué sirve? A mi me sirvió para conocer las banderas del Mundo, pero honestamente para nada más.
Saben ¿cuál es el mejor ceviche? El que cada uno prefiera, a mi me gusta que en Arica podamos pedir que nos sirvan simplemente un “ceviche” o un “ceviche a la peruana”. Es un privilegio que tengamos más para escoger.
Bueno, a dónde quiero llegar... para mi la conclusión es que este “patriotismo” es una caricatura del amor a la patria que nos perjudica profundamente, que nos cierra oportunidades comerciales, nos cierra oportunidades energéticas, nos cierra oportunidades en educación, nos cierra oportunidades de terminar con el tráfico y consumo de drogas, nos cierra oportunidades para el desarrollo de nuestro país, para cada uno de nosotros chilenos y chilenas, para nuestros viejos, para nuestros niños, para nuestros jóvenes, para nuestros indígenas. Esto es un atentado a la Patria, cada vez que embriagados nos sentimos en la cima en realidad estamos cayendo.
Todo esto lo escribo después de haber visto la nueva publicidad de
Pisco Capel que, desde mi punto de vista, de manera muy irrespetuosa hace alusión a las aspiraciones peruanas de contar con la denominación de origen del pisco. Y también de manera irrespetuosa hacia Chile, reduce a la Patria a un pisco...